Cuesta dimensionar lo que supone cumplir 105 años. Para hacerlo, es necesario poner las cosas en contexto y mirar atrás en nuestra historia.

En aquel lejano 1917, se desarrollaban las últimas batallas de la Primera Guerra Mundial; el primer ministro británico, David Lloyd George, lanzaba el empréstito de la victoria y el gobierno de Estados Unidos, entonces liderado por el Presidente Woodrow Wilson, adquiría las Islas Vírgenes a Dinamarca por 25 millones de dólares. En San Francisco, California, comenzaban a circular los ahora tradicionales tranvías municipales y los científicos alemanes Otto Hahn y Lise Meitner descubrían el protactinio, elemento radiactivo que luego sería tristemente conocido en el mundo.

Chile, en plena República Parlamentaria, tenía sólo 3,7 millones de habitantes, era gobernado por el Presidente liberal democrático, Juan Luis Sanfuentes, y todavía faltaban tres años para que se dictara la primera Ley de Instrucción Primaria Obligatoria.

Así era el mundo y así era nuestro país cuando el Decreto 1039 del 12 de junio de 1917 otorgó personalidad jurídica al Club Militar de Chile, que contemplaba una Sección de Seguro Mutuo y de Vida. Comenzaba, entonces, a cimentarse la institución que hoy conocemos y que nos enorgullece: una corporación señera, que ha dado protección a generaciones y generaciones de asegurados y sus familias cuando más lo necesitan.

Como herederos de esa enorme tradición, hoy, en pleno 2022, mantenemos al tope del mástil los valores del mutualismo que nos heredaron nuestros fundadores y nos proyectamos al futuro como una organización privada moderna, que se sustenta gracias a la eficiente gestión de quienes integran la Mutualidad, “sus colaboradores”, dando respuesta a las necesidades de aseguramiento y ayuda social a los integrantes del Ejército y la Fuerza Aérea de Chile y a quienes se encuentran en condición de retiro, y a sus familias que confían y seguirán confiando en nosotros. Felicidades a todos por cumplir 105 años.